UNOS MEJORAN Y OTROS EN SU LINEA
La Real ha ganado una vez en lo que va de liga fuera de casa, y lo hizo ayer en Málaga. Rompieron su mala racha y manejaron a un títere como era el Málaga, que se dejó hacer. Los del Sur no mejoran en su juego. Un joven Juanmi tuvo que tirar del carro malaguista sin premio.
Se presentaban dos situaciones muy críticas en La Rosaleda. Una Real Sociedad que no ganaba fuera de casa en las 8 jornadas disputadas hasta ayer. No es fácil ganar lejos de casa, pero algún punto habría que ir “rapiñando”. Por otro lado estaban los locales, los de Ferreira, que tras su comienzo duro en casa tras los partidos de Valencia, Sevilla, Villarreal y Madrid, les venía un rival de “su liga” al que necesitaban ganar para convencer a su afición.
El partido comenzaba algo desequilibrado, los de Lasarte manejaban el balón, pero en cambio, los malagueños creaban las ocasiones de gol, no eran claras pero se acercaban tímidamente a la portería de Bravo. El Málaga tuvo dos ocasiones algo claras para adelantarse en el marcador. Primero por oportunidad de Eliseu que se va en velocidad, dejando atrás a la defensa Txuri-Urdin, consigue conectar una vaselina que se va por muy poco por arriba de la portería del equipo visitante. Instantes después, un disparo de Apoño lo rechaza Bravo, que Fernando anda listo y dispara a media velocidad y el jugador Elustondo saca el balón casi en la línea de gol. Éstas fueron las ocasiones más claras durante el primer tiempo. Los vascos no conseguían conectar balones que pusieran en aprieto a Arnau, hasta el minuto 43, Griezmann, dejaba en evidencia a la defensa malaguista, como viene siendo habitual, y marcaba el primer tanto visitante.
La segunda parte comenzaba con la Real muy enchufada y el Málaga a verlas venir. Ferreira intentó revolucionar el once, quitando a Juanito y sacando al delantero Edinho, que a la postre, pegaría un trallazo en el larguero. Pero antes llegó el segundo gol Realista. Llorente de cabeza solo remataba un balón que Gámez se comía y dejaba al delantero libre de marcas para cabecear el 0-2.
Juanmi salía al campo de revulsivo para los costasoleños, pero un niño de 17 años no se puede echar a su espalda a un equipo de primera división. Fue el revulsivo si, pero no para remontar, ni siquiera para empatar. Pocos minutos después del segundo gol visitante, un penalti fallado por Apoño trae el enfado de los malaguistas y seguidamente, el rechaze lo “aprovecha” Kriss, para volver a fallar. Casi en los últimos instantes, Juanmi, el canterano malaguista marcó un gol tras pase de Gámez, que hacia pensar por un empate, pero se quedaba en eso, en un empate. Tras el partido, pitos para el equipo y entrenador y algunos gritos pidiendo la dimisión del míster portugués.
Texto Rafael Luna Rubio
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